jueves, diciembre 17, 2009

Hay Cuto de la U tenias que ser jajajajaja ;)

I Clausura del 2000. Después de jugar cinco partidos del Torneo Apertura como marcador derecho o zaguero central en Universitario, Luis Guadalupe fue ofrecido al club KV Mechelen de la Liga Júpiter belga. El entrenador del equipo, Valére Billen, recibió un video con las mejores jugadas de “Cuto” y quedó impresionado. Las imágenes mostraban un delantero con buen remate de zurda y capacidad para definir en el área. Entonces aprobó el fichaje y se cerró la negociación. Guadalupe viajó a Bélgica junto a Chemo del Solar, quien también fue contratado por el mismo club. Luego de conocer las instalaciones y ser presentado a sus compañeros, “Cuto” comenzó los entrenamientos ante la atenta mirada del técnico Billen. Minutos después de los primeros trabajos, el DT se acercó a su asistente y comentó sorprendido: —Qué extraño, remata siempre con la derecha. En el video le pegaba todas de zurda. Al poco tiempo, los belgas se dieron cuenta de que Guadalupe no era delantero ni pateaba con la zurda. Era defensor de perfil derecho. Los belgas descubrieron que habían sido engañados. El video no era de “Cuto”, sino del atacante brasileño Eduardo Esidio, goleador histórico de la “U”. A pesar de todo, el KV Mechelen respetó el acuerdo con el futbolista y el buen Guadalupe, con tiempo, trabajo y sacrificio, supo convencer al técnico y a los dirigentes y terminó como uno de los mejores defensores del campeonato. Tanto así que le renovaron el contrato en el club y recién volvió a la “U” para la segunda mitad del 2003.

PERRO SUCIO

Disfrutenlo, jajajajaja


III Enero de 1992. El presidente de Universitario, Jorge Nicolini, debe reunirse con Roberto Martínez para renovar su contrato. Se citaron en el salón de trofeos del Lolo Fernández. Ambos llegaron puntuales. Nicolini ingresó, dejó los documentos y las llaves de su auto encima del escritorio, y pidió unos minutos para ir al baño. En esos momentos apareció el jefe de equipo, José Mallqui, y se sentó junto a Martínez. Al capitán crema no le agradaba la presencia de testigos cuando hablaba de dinero con el presidente. Entonces se le ocurrió algo para sacarse de encima a Mallqui. —Qué bueno que viniste, me encargó don Jorge que le cambies sus dos llantas delanteras de la camioneta. Toma, acá dejó las llaves. Mallqui, presto como siempre, con ganas de quedar bien, tomó el llavero y salió a cumplir el encarguito. Nicolini volvió a la reunión, llegó a un acuerdo con Martínez y firmaron el nuevo contrato. Cuando se retiraban, Mallqui retornó sudoroso, con las manos sucias y las llaves del auto. —Listo, presidente, cambié las dos llantas delanteras, aunque su seguridad me veía medio raro por lo que estaba haciendo. Don Jorge miró a Martínez, este le hizo un guiño y confesó: “Usted sabe que no me gustan sapos cuando arreglo mis contratos”. Nicolini sonrió. Desde ese día José Mallqui recibió el apodo que hasta ahora lo acompaña a pesar de su investidura de congresista: perro sucio.